Por: Alberto Mario Cortés
En la pasada Asamblea General de Accionistas de Fabricato, tuve la oportunidad de ser escuchado por unos 10 minutos en una intervención que ya fue publicada en este blog. En dicha intervención hice un análisis de la situación de la empresa y con base en dicho análisis me atreví a hacer una propuesta radical, la cual quiero citar textualmente:
"Por eso señores accionistas, les propongo que hagamos una votación para solicitarle formalmente a la Honorable Junta Directiva que cite a una Asamblea Extraordinaria de Accionistas dentro de 3 meses, cuyo único punto del orden del día sea el debate y votación de las opciones reales que tiene la empresa y que se incluya dentro de estas opciones la disolución y liquidación definitiva de Fabricato”.
Supongo que por el hecho de haber mostrado un panorama tan negro en mi análisis, las intervenciones posteriores solo se centraron en la liquidación y dejaron a un lado las otras “opciones reales” que solicité.
Pues bien, en esa misma Asamblea el accionista Mauricio Tobón hizo la propuesta de escindir el negocio en dos: por un lado la parte textil y por otro lado los activos no relacionados con lo textil, que en su mayoría son bienes inmuebles. El doctor Alberto Carrasquilla, Presidente de la Junta Directiva, respondió al accionista con el compromiso de estudiar su propuesta y le manifestó que ese escenario lo consideraría el comité de proyectos.
Considero que los lectores que hoy son accionistas forzosos de Fabricato deben conocer esta opción pues esta tiene muchas ventajas. Veamos:
1) La acción de Fabricato tiene un valor patrimonial de $78,5 por acción, sin embargo, el precio de mercado al cierre de hoy (2 de abril) en la Bolsa de Valores es de solo $16 debido a que la empresa ha sido incapaz de generar flujo de caja libre, que es lo que da valor a cualquier empresa.
2) Supongamos que escindimos a Fabricato en 2 empresas: por un lado queda la Fabricato tradicional con todos los activos y pasivos relacionados con su operación industrial, tal como la conocemos hoy; la otra sería una nueva empresa que llamaremos Valfabricato, la cual será propietaria de los inmuebles que hoy están avaluados en $410.000 millones y no tendrá deudas.
3) El capital social de la nueva empresa se puede dividir exactamente en el mismo número de acciones en que está dividido actualmente Fabricato (9.201.848.397 acciones), de tal manera que los accionistas recibirán por cada acción que posean de Fabricato, una acción de Valfabricato.
4) Esto implica que si se transfieren todos los bienes inmuebles de Fabricato a Valfabricato, el patrimonio por acción quedaría dividido de la siguiente manera: Fabricato (textil): $34 por acción; Valfabricato: $44,50 por acción.
5) Si la operación textil sigue igual de mal como está ahora, la acción de Fabricato va a tender a un precio de $0 en la bolsa. Pero al mismo tiempo la acción de Valfabricato va a estar muy cerca de su valor patrimonial de $44,50, independientemente de lo que pase con la textilera, dado que solo son inmuebles sin deuda generando algún ingreso pero con potencial de generar mucho más en la medida en que se decida qué hacer con ellos. El valor de mercado de las acciones de una empresa que solo posee inmuebles para generar valor, necesariamente será muy cercano al valor de mercado de dichos inmuebles.
6) Hacer esto implica que los propietarios de las acciones que hoy quieran salir de su inversión, podrían vender las acciones de Valfabricato en el mercado a un precio cercano a los $44,50 y al mismo tiempo esperar qué pasa con Fabricato. Si la administración logra revertir la tendencia negativa, esta va a empezar a subir desde $0 hasta donde la lleve el mercado. Si se quiebra y no queda nada, de todas maneras ya lograron vender las acciones de Valfabricato a buen precio.
7) Hacer esto es la mejor manera de que la Junta Directiva le garantice a los accionistas la protección del patrimonio en caso de fracaso, pero al mismo tiempo es un voto de confianza que los accionistas le brindan a la administración para seguir adelante con el proceso de reorganización interna que le permita ser competitiva a la empresa.
Dado que el espacio no me lo permite, no puedo entrar en más detalles, pero sí es bueno dejar constancia de que hay que considerar también que algunas propiedades están garantizando obligaciones financieras y hay que hacer el desmonte gradual de estas garantías. Además, algunos inmuebles son utilizados por la empresa y habría que determinar si se pacta un canon de arrendamiento justo o si dichas propiedades no se transfieren a la nueva compañía. En fin, son muchas las aristas que tiene esto, y solo se podrán solucionar en el momento de llevar a cabo el proceso. Lo importante es que es una opción que ojalá la Junta Directiva la considere en serio y la lleve a cabo en el menor tiempo posible en beneficio de todos los accionistas: grandes, pequeños, voluntarios e involuntarios.